Descripción
La familia posee en sus sacristías portuenses algunas joyas enológicas como este amontillado de cualidades excepcionales, cuyos orígenes se confunde con los de la propia casa. Una de las soleras centenarias de una calidad y vejez tan extraordinarias que se destinó principalmente al consumo familiar y en ocasiones para mejorar algún vio de menor edad. Vino no sometido a proceso de estabilización ni filtrado. Crianza bajo velo de flor seguida luego por una prolongada fase de crianza oxidativa. La Honda es un nombre estrechamente vinculado a esta familia que refiere a su ubicación por debajo del nivel de las propiedades aledañas, lo que imprimía unas cualidades únicas a sus vinos debido al especial microclima en la bodega, ideal para prolongar las crianzas biológicas.