Descripción
Juego de cuatro amontillados inmensos:
Cleopatra.
Se trata de un amontillado faraónico extraído de una bota NO fundacional, que pasó por una larga crianza biológica y oxidativa en soleras pontanesas. Ha alcanzado su grado alcohólico de forma natural, y se embotella sin filtrar para poder apreciar todos sus matices.
Es un amontillado viejísimo, muy concentrado, con una nariz perfumada, elegante, con aromas a sacristía, café, kirsh y brandy. En boca es muy equilibrado a pesar de su vejez, seco, sabroso, poderoso y elegante. Naranja y frutos secos quedan en un final de gran profundidad y persistencia.
Salitis.
Salitis en nariz es punzante, con predominio de aceltaldeídos, lacas, barnices, sobre aromas más amables como caramelo y orejones. En el ataque en boca es pura sal, marino, potente y afilado, con recuerdos a turba, algas, ebanistería y una tremenda acidez que deja un final enorme.
Tutankamón.
Vino con una potencia y complejidad indescriptibles: fruta escarchada, mazapán, lecha, barnices, ebanistería, yodo, sacristía y balsámicos. En boca es tremendamente concentrado, esencial, muy seco, cortante, punzante y salino. Recuerdos a madera vieja, frutos secos, quedando un final amargo y salado.Persistencia eterna.
Ramsés.
Ramsés es un vino inmenso, excelso. Impresionante abanico aromático con toques golosos, panadería, cáscara seca de cítrico, barniz y caja de puros. En boca es aún más complejo, concentrado y lleno de matices: frutos secos, maderas viejas, sal y yodo. Con un final enorme, eterno y un equilibrio justo entre acidez y amargor.