Descripción
Si yo fuera ellos, comenzaría toda mi comunicación con esta expresión. Pero no voy a desarrollar el argumento… que después me acusas de hablar de política, como si este fuera el sitio. Lo importante es que COVISÁN es una cooperativa del campo formada por un buen grupo de viticultores de Sanlúcar y que sobrevive. Si sigue siendo así por mucho tiempo, mejor. Si además, empezamos a imaginar a esos viticultores como empresarios rentables, maravilloso. Ojalá el futuro vaya por ahí, porque a día de hoy, la viña en el Marco sigue siendo un asunto pendiente de viabilidad.
En COVISÁN hay vino de uva palomino del Marco de Jerez. De la cooperativa beben los propios cooperativistas y se surten algunas bodegas para ciertas elaboraciones. Son vinos honestos y ricos. Aquí no se ha llegado todavía a la especialización de otras latitudes, pero quién sabe lo que pasará en el futuro. Lo mismo dentro de unos años van segmentando más las calidades, las procedencias, las edades de la viña… Puestos a rizar el rizo, podemos llegar a ver segmentaciones por el color de ojos del viticultor… depende de lo que exijan los creadores de tendencias.
En sus solerajes hay un vino que me llamó especialmente la atención. Se trata de una Manzanilla Pasada que vio la luz por primera vez en 2018. Por aquel entonces, la cooperativa celebraba su 50 aniversario. El nombre elegido para el evento fue “La Gallarda”. La curiosidad me llevó a ver su Primera Clase (obsérvese que en Sanlúcar el término Solera puede ser sustituido por Primera Clase). De la mano de Antonio Palacios, su presidente, y acompañado por mi compañero de fatigas Pedro Morales, el Niño de Ronda, pudimos conocer de primera mano la magnífica Manzanilla que se guardaba en estas 22 botas asentadas en la mejor zona de su bodega.
Pudimos escoger y seleccionamos seis vasijas que son las que finalmente se sacaron en un lleno inédito y exclusivo para Contubernio. Desde 2018, La Gallarda ha tenido una venta testimonial y esta es, además, la primera vez que sale a la calle en rama.