La bodega donde Lorente & Barba guarda sus vinos se encuentra en el Barrio jerezano de San Mateo. Según sus datos, se trata de un edificio antiquísimo, de 500 años, inalterado por el paso del tiempo salvo por el matiz de que los sucesivos cambios de nivel de las calles que la rodean han terminado provocando que hoy sea una bodega semisubterránea; cosa rara en la zona. Otro detalle que mencionan cuando hablan de tan insigne casco bodeguero es un pozo rico en agua que demuestra la humedad que hay a flor de superficie. L&B es un proyecto muy poco conocido aún, pero los vinos viejos que guarda son incontestables. Esa es la razón por la que los botellines fueron vitoreados en su momento. Esa es la razón por la que hoy nos encontramos con una bonita botella de palo cortado que espero que calme tus ansias de conocer esta categoría tan escasa del Marco. Vino de color castaño. Tiene un complejo aroma que combina la delicadeza de los vinos de crianza biológica y la potenia de la crianza oxidativa. Se aprecian notas cítricas, que recuerdan a la naranja, y muy lácticas, que recuerdan al yogur. Su paladar resulta a la vez redondo y profundo.