La Taberna
El escondite está en una vieja esquina con puertas a Rubiños y San Salvador.
La ubicación en el llamado Barrio Bajo sanluqueño, acerca al visitante a la esencia del Jerez, a lo popular, a lo puro.
Dentro de la taberna, sus más de cuarenta años de historia, aparecen representados en las paredes, en los viejos carteles de toros, en el olor a vino antiguo.


La sala de catas
Yendo hacia la trastienda nos encontraremos con la sala de catas, preparada en forma de escuela para hasta 17 asistentes.
La sala de catas es blanca, profundamente blanca. Podría ser una sala de cata de vinos de Sanlúcar de Barrameda o de cualquier otra ciudad del mundo.
No en vano, el objetivo es el respeto máximo al vino y a su servicio. La calidez la ponen los amigos que ocupan sus sillas, sean formadores, aficionados, novicios o simples curiosos. La calidez la pones tú.
Por la sala de catas se dejan caer de vez en cuando amigos del mundo del vino. A veces catamos en la trastienda, otras la sesión es pública y notoria, como en los carteles de cata de cada verano.
Jugamos con la ventaja de estar en Sanlúcar, una esquina del Marco, a donde todo el mundo con buen gusto quiere venir. Contamos con la suerte de tenerte a ti de visitante ávido de experiencias nuevas en torno al vino.
EL CLUB CONTUBERNIO
En el Club Contubernio es un club privado donde nos reunimos los inconformistas y apasionados del vino en todas sus vertientes, nuestro referente es el Marco de Jerez pero sin dar la espalda a la gran diversidad de vinos que tenemos en el resto de regiones.
Ponemos especial énfasis en buscar las novedades que la zona nos va dando. Amigos como Ramiro Ibáñez, Willy Pérez, Forlong, La Callejuela… representan nuevas formas de trabajar que vienen a hacer aún más grande al Marco de Jerez.
Igualmente, nos dejamos llevar en colaboraciones con bodegas como Barbadillo, Delgado Zuleta o Piñero y aprovechamos su inmenso potencial un poquito a nuestra manera, con su permiso y apoyo, en busca de un objetivo común: la excelencia.

